>> Tiempo atrás, cuando no existía la tecnología que le permitiera a la gente llevar la música de un lugar a otro, las obras ocurrían únicamente en el momento de ser ejecutadas. En consecuencia, la música era como el teatro: un arte de performance. Una de las primeras acciones que se realizaron con una cámara fue la de filmar teatro. Después aparecieron artistas que fueron manejando mejor la estética que acarreaba la tecnología cinematográfica, lo que llevó a desarrollar nuevas técnicas, principalmente la de edición. A veces se me ocurre pensar por qué si al teatro filmado se le cambió el nombre por el de "cine", la música grabada conserva su denominación a pesar de haber dejado de registrar una performance
>> A medida que el estudio de grabación fue cobrando importancia, comenzó a haber una progresiva disolución de la ejecución en los procedimientos. Ahora todo depende de cuánto ingenio tengas al registrar una pieza. Supongamos que no podés tocar una escala a cierta velocidad; el problema se soluciona grabándola nota por nota en un secuenciador digital o en una cinta. Este es un método usual hoy en día, aun en cualquier disco de folklore.
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